Sin embargo, existen señales de alerta que requieren atención profesional. Si la hinchazón es continua, causa dolor, empeora con el paso de las horas, deja marcas visibles en la piel o se acompaña de falta de aire, es fundamental consultar a un especialista. Estos síntomas pueden indicar una afección más profunda que necesita evaluación inmediata.
La retención de líquidos no debe verse como un asunto estético ni como un detalle menor. Es una forma en la que el organismo expresa que algo no está funcionando como debería. Cuando la piel se marca, cuando el cuerpo se siente pesado o cuando la inflamación aparece sin motivo aparente, no es un mensaje superficial: es una advertencia interna. Escuchar esas señales y actuar a tiempo puede prevenir complicaciones y ayudar a que el cuerpo recupere su equilibrio natural. Ignorarlas, en cambio, solo prolonga una situación que, a largo plazo, podría afectar el bienestar general.