- Lava bien una banana orgánica.
- Frota la parte interna de la cáscara sobre el rostro limpio durante 10-15 minutos.
- Deja actuar unos minutos más y enjuaga con agua tibia.
- Repite 2-3 veces por semana.
Muchas personas notan una piel más suave rápidamente. ¡Es tan simple que te vas a preguntar por qué no lo probaste antes!
2. Jugo de Cebolla: El Estimulador Natural de Colágeno
La cebolla contiene compuestos azufrados y antioxidantes que favorecen la producción natural de colágeno, ayudando a mantener la elasticidad.

Cómo prepararlo y aplicarlo:
- Exprime el jugo de media cebolla fresca.
- Mezcla 1 cucharadita con unas gotas de miel para suavizar el olor.
- Aplica con un algodón en las zonas con líneas finas.
- Deja 10-15 minutos y enjuaga bien.
Aquí va un tip: el olor se va rápido, ¡y los resultados valen la pena!
3. Agua de Arroz Fermentada: El Tónico Ancestral Japonés
Este es uno de los secretos más famosos en Japón. El agua de arroz es rica en vitaminas y antioxidantes que tonifican, iluminan y mejoran la textura de la piel. Estudios muestran que ayuda a hidratar y reducir la apariencia de poros.

Preparación detallada: