Otra afección común es la fiebre maculosa, transmitida principalmente por la garrapata Rhipicephalus sanguineus, también conocida como garrapata del perro. Esta enfermedad puede presentar síntomas similares a una gripe severa y, en casos extremos, poner en riesgo la vida. También existen otros padecimientos menos frecuentes pero igualmente peligrosos como la babesiosis, ehrlichiosis o anaplasmosis, cada una con diferentes niveles de riesgo.
Es importante revisar a los animales domésticos con regularidad, especialmente después de paseos al aire libre. En el caso de los perros, las garrapatas suelen alojarse detrás de las orejas, en el cuello, entre los dedos y alrededor del rabo. Usar collares antiparasitarios, pipetas y shampoos específicos es una buena estrategia de prevención. También es esencial llevar a cabo una limpieza periódica del hogar, especialmente en patios o jardines.