Si bien muchos casos de venas visibles son inofensivos, hay situaciones en las que pueden indicar algo más grave:
1. Aparición repentina sin causa clara
Si no has bajado de peso, ni has empezado una nueva rutina de ejercicios ni has experimentado ningún desencadenante conocido, y aun así detectas venas nuevas, abultadas o retorcidas, conviene prestar atención. Esto podría indicar un problema circulatorio subyacente.
2. Dolor, hinchazón o enrojecimiento alrededor de la vena
Las venas visibles que se acompañan de sensibilidad, hinchazón o calor podrían ser síntomas de flebitis (inflamación de una vena) o incluso de trombosis venosa profunda (TVP), que es una emergencia médica.
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3. Venas que se sienten duras o como cuerdas
Esto podría ser señal de venas varicosas o tromboflebitis superficial, una afección en la que se forma un coágulo en una vena cerca de la superficie de la piel.
4. Cambios en la piel alrededor de la vena