La formación de estos cálculos suele estar relacionada con una combinación de factores, entre ellos una higiene bucal deficiente, infecciones crónicas en las amígdalas y la anatomía de cada persona, ya que algunas personas tienen criptas más profundas que facilitan la acumulación de residuos. Además, el mal aliento persistente es uno de los síntomas más notorios, ya que los tonsilolitos contienen bacterias y restos en descomposición que pueden generar un olor desagradable difícil de eliminar con el cepillado o el uso de enjuagues bucales
Otros síntomas pueden incluir la sensación de un cuerpo extraño en la garganta, dificultad para tragar, irritación en la zona e incluso amigdalitis recurrente. En algunos casos, las personas con tonsilolitos pueden experimentar episodios de tos persistente debido a la irritación que provocan en la garganta.Para evitar la formación de estas piedras, es fundamental mantener una buena higiene bucal. Cepillarse los dientes y la lengua después de cada comida, utilizar hilo dental y enjuagues antibacterianos puede ayudar a reducir la acumulación de residuos en la boca y prevenir la aparición de tonsilolitos. También se recomienda beber suficiente agua y evitar el consumo excesivo de alimentos que puedan dejar partículas atrapadas en las amígdalas.
Cuando los tonsilolitos ya se han formado, existen diferentes formas de eliminarlos. En algunos casos, pueden salir por sí solos al toser o al comer alimentos crujientes. También pueden ser removidos con irrigaciones de agua con sal o con el uso de un irrigador bucal. Sin embargo, cuando los cálculos son más grandes o recurrentes, es recomendable acudir a un especialista para su extracción segura. Intentar removerlos de manera manual sin el conocimiento adecuado puede causar lesiones en las amígdalas y aumentar el riesgo de infecciones.