En casos más graves, cuando los tonsilolitos provocan infecciones recurrentes o afectan significativamente la calidad de vida, un especialista puede sugerir una amigdalectomía, es decir, la extracción de las amígdalas. Esta opción solo se considera cuando el problema es persistente y no responde a otros tratamientos.
Si bien los tonsilolitos no representan un peligro grave en la mayoría de los casos, pueden ser una fuente constante de incomodidad y afectar la salud bucal. Prevenir su formación con una buena higiene oral y acudir a un profesional si los síntomas persisten es clave para evitar molestias a largo plazo.