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Lo que suele generar polémica es la carne procesada (hamburguesas, salchichas, embutidos).
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la carne procesada puede contener aditivos, conservantes y subproductos animales, lo que no significa necesariamente que sea dañina, pero sí que debe consumirse con moderación.
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Fuente: OMS – Consumo de carne y riesgo de cáncer
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Casos de fraude alimentario
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En ocasiones se han detectado fraudes, como la venta de carne de caballo en lugar de carne de res en Europa (escándalo de 2013).
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Estos casos no son la norma, pero muestran que pueden existir irregularidades en la cadena de suministro.
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Fuente: BBC – Horsemeat scandal
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Lo que debes hacer como consumidor
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Revisa siempre la etiqueta de origen y la fecha de caducidad.
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Prefiere carne fresca y de proveedores de confianza.
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Reduce el consumo de carnes procesadas y apuesta más por carnes frescas, pescado, legumbres y verduras.
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Conclusión
Los supermercados no suelen vender “carne falsa”, pero sí ofrecen muchos productos procesados que pueden contener mezclas y aditivos. El riesgo está más en el consumo excesivo de procesados que en la carne fresca regulada. La clave es informarse, leer etiquetas y variar la dieta.
