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Mantén la zona limpia y seca, usando productos suaves.
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Evita la ropa muy ajustada durante largos periodos.
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Cambia la ropa interior diariamente y elige tejidos transpirables.
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Si te rasuras, hazlo con cuchillas limpias y evitando pasar varias veces por la misma zona.
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No exprimas ni manipules los bultos para evitar inflamaciones o infecciones.
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Consulta a un profesional si la molestia persiste o si notas cambios repentinos.
La mayoría de los bultos o irritaciones en la zona íntima son leves y temporales, pero escuchar a tu cuerpo y consultar a un especialista cuando algo no evoluciona bien es la mejor manera de proteger tu salud y tu tranquilidad.